Si bien la importancia de una buena enseñanza puede parecer evidente, en las Investigaciones sobre educación de los últimos 10 años se comenzó a cuantificar el gran impacto económico de la calidad de los profesores. En un mundo en el que se están transformando los objetivos de los sistemas educativos nacionales, dejando de lado la mera transmisión de datos y la memorización para centrar la atención en las Competencias de los estudiantes —para que desarrollen el Pensamiento Crítico, la capacidad de resolver problemas y la disposición al aprendizaje permanente—, las exigencias para los profesores son más complejas que nunca. Los Gobiernos de todo el mundo ponen bajo la lupa, en medida creciente, la calidad y el desempeño de los profesores. América Latina y el Caribe no es la excepción; de hecho, en algunas esferas clave de las políticas docentes, la región está a la vanguardia de las reformas mundiales. La mejora de la calidad de las prácticas docentes promedio en el sistema escolar es responsabilidad de quienes administran dicho sistema. Pueden imaginarse numerosos enfoques distintos: proporcionar a las escuelas los datos comparativos obtenidos en la observación de las clases como insumo para la planificación de su desarrollo; establecer nuevas formas de capacitación docente basadas en ejemplos filmados de prácticas adecuadas e insatisfactorias, e incluir la Evaluación de las prácticas en el aula (ya sea a través de Vídeo o de observadores capacitados) en las evaluaciones del desempeño docente.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarnbjbkbklbkjb
ResponderEliminarNOMBRE: SINDI PEDREROS.
ResponderEliminarMATERIA : PSICOLOGIA EDUCATIVA.
PROFESOR: SANDRA FAJARDO.
Si bien la importancia de una buena enseñanza puede parecer evidente, en las Investigaciones sobre educación de los últimos 10 años se comenzó a cuantificar el gran impacto económico de la calidad de los profesores. En un mundo en el que se están transformando los objetivos de los sistemas educativos nacionales, dejando de lado la mera transmisión de datos y la memorización para centrar la atención en las Competencias de los estudiantes —para que desarrollen el Pensamiento Crítico, la capacidad de resolver problemas y la disposición al aprendizaje permanente—, las exigencias para los profesores son más complejas que nunca. Los Gobiernos de todo el mundo ponen bajo la lupa, en medida creciente, la calidad y el desempeño de los profesores. América Latina y el Caribe no es la excepción; de hecho, en algunas esferas clave de las políticas docentes, la región está a la vanguardia de las reformas mundiales.
La mejora de la calidad de las prácticas docentes promedio en el sistema escolar es responsabilidad de quienes administran dicho sistema. Pueden imaginarse numerosos enfoques distintos: proporcionar a las escuelas los datos comparativos obtenidos en la observación de las clases como insumo para la planificación de su desarrollo; establecer nuevas formas de capacitación docente basadas en ejemplos filmados de prácticas adecuadas e insatisfactorias, e incluir la Evaluación de las prácticas en el aula (ya sea a través de Vídeo o de observadores capacitados) en las evaluaciones del desempeño docente.